Qué ganas de haber escrito estas líneas con el texto de la obra impreso y cerca. Qué ganas de haber destacado mis partes favoritas, como volviendo a las dos funciones que vi del montaje Abismo: mirar con los ojos de otro (2022), dramaturgia de Sebastián Carez-Lorca y dirección de Mario
La obra de Lucas Costa (Santiago, 1988) ya ha alcanzado solidez y presencia en el entorno poético nacional. Tras Encomienda (Santiago: Cuneta, 2013, Premio Roberto Bolaño) y Playa de escombros (Santiago: Alquimia, 2017), con Calcio en la mirada de la noche (Valdivia: Komorebi, 2022), confirma las notables características de su
i. los días una colección de piezas de encastre gastadas bordes abiertos cartón deshecho en polvo cada vez requiere más cada vez queda menos sobrevive a migajas de pan con agua tibia entre la fusta sangrienta y la autocomplacencia las tardes en la desesperación las horas se pierden recoge el
Al leer Contra Bolaño de Carlos Walker –Lecturas Ediciones (2022)– se me apareció la cocina en penumbra de la casa DFL 2 en la que crecí, el eco metálico de la cuchara al raspar el fondo de la olla, el desprendimiento paulatino de la película de arroz tostado y crocante.
“Todo salto vuelve a apoyarse. /Pero en algún lugar es posible / un salto como un incendio, / un salto que consuma el espacio / donde debería terminar. /He llegado a mis inseguridades definitivas. / Aquí comienza el territorio / donde es posible quemar todos los finales / y
Unos meses antes de comenzar la pandemia me llegó un libro de un autor que desconocía. El libro contaba en modo de crónica, de diario de viaje, la historia de un hombre que se iba a vivir durante seis meses a una cabaña junto al lago Baikal, en Siberia. Iba
Confiadamente declaro por verdad que miento: y esto, espero, puede ser una excusa para todo lo demás ya que de antemano confieso cuál es mi culpa: que escribo de cosas que no vi ni sufrí, ni he escuchado (…) Que nadie entonces, en ningún caso, les dé crédito alguno. Lucien
Ni el más optimista de los lectores pondría a Michel Houellebecq del lado de los optimistas. Aún más, solo un loco lo haría al enfrentarse a la portada de su último libro, en la que, bajo el título rotundo “Aniquilación”, la oscuridad devora el dorado tradicional de las ediciones de
Si las cosas fuesen como son, novela editada por Ediciones Overol en marzo de este año, comienza con una escena profundamente enigmática: la protagonista, que en las primeras páginas aún mantiene intacta su primera infancia, hace de espectadora delante de una ventana diáfana, lugar donde su padre, una cabeza flotante
Dado que su nombre se encuentra sepultado bajo el tupido entramado de anécdotas que han novelado su vida, algunas bastante confusas, otras contradictorias, y otras que probablemente ni siquiera tengan que ver con ella pero que se aceptaron sin oposición de ningún biógrafo; no encuentro mejor forma de abrirme paso















