Querides lectorxs y colaboradorxs, ¡Tenemos nueva convocatoria! El sistema será nuevamente completando el formulario (que más abajo encontrarán) aunque recuerden que si ya publicaron en Oropel no es necesario el formulario, basta con que nos envíen un correo. Seguimos no aceptando cuentos, porque de cada 15 que nos llegan, terminamos
Textos: (Auto) teoría crítica – Por McKenzie Wark – Traducción de Rodrigo Zamorano Spoiler – Por Martín Cinzano Los Rubios, veinte años de errancias y rebeldías – Por M. Laura Lattanzi Poemas de Patricia Galvão – Traducción de Javiera Hernández El resto se imagina. Un recorrido virtual por la casa
Disponerse a leer a David Lynch constituye, para quien lo aborda desde el psicoanálisis y la estética, un fenómeno que no se agota en la apreciación de su sofisticada firma autoral ni la valoración por el enigma narrativo que traza: su obra instala una práctica que protege un resto ominoso,
Maucha es el gentilicio femenino, medio informal si se quiere, para nombrar habitantes de la cuenca del río Maule, cuya traducción del mapuche al talquino vendría a ser algo así como el río de las lluvias o de las nieblas; humedad al fin y al cabo, que acompaña al río
Decía Borges que imaginaba las bibliotecas como una especie de paraíso, donde el orden y el silencio al interior mantenían todo en cierto estado de animación suspendida. Aunque romántica, tal imagen solemne e incólume de “santuario del conocimiento”, “bastión de la decencia y lo correcto”, eventualmente llegaría al cine y
Quiero dejar de ir a la oficina. Viajo una hora y veinte de ida y una hora y veinte de vuelta, tres días a la semana, desde mi casa en Villa Crespo hasta Munro. Por supuesto que hay gente que viaja el doble y todos los días, para ir a
1. Novela sin novela: María Negroni desarma el naipe de los géneros para replantear los símbolos contenidos en las cartas: atraviesa los límites de la poesía, la memoria, la crónica, el ensayo y la autobiografía con una elegancia estimulante. Por eso, en su libro El corazón del daño, hay momentos
Hoy en día, cuando queremos ver arte, vamos al museo (la galería de arte, la kunsthalle, etc.) o miramos imágenes que titilan en las pantallas de nuestras computadoras. En ambos casos vemos lo que se nos muestra, ya sea exhibido por la institución o circulando en Internet. Surge una pregunta
El deseo del psicoanálisis. Ejercicios de pensamiento lacaniano, libro recientemente publicado por Alma Negra Editorial, traducido por Diego Muñoz y Polly Reyes, se inscribe en un momento de crisis y proliferación de perspectivas que interpelan no sólo la ortodoxia psicoanalítica, sino ante todo sus remanentes esencialistas, sexistas, coloniales y heteropatriarcales,
Podríamos formularlo como sigue: si ya no podemos renunciar a las pantallas, lo mejor sería ir buscando la manera de asediarlas. Pensar qué hacen con nosotros las imágenes en movimiento que llenan nuestra vida ya no solo en forma de cine y televisión como hace un par de años, sino
Siempre han sido un tópico de contestación las funciones políticas de un poema. ¿Es el campo creativo de lo poético, aquel de tensión radical del lenguaje, el mismo lugar de identificación que la política instala como unos de sus fundamentos? ¿Es la función de la poesía unificar, aunar o, en
ESPERANDO ESO Mi gato salta al alféizar de la ventana y ahí se echa, quieto como una jarra. Me está esperando, pero yo no estoy viniendo, pues ya estoy con él en la sala. Su hocico, una sombría V de paciencia, acaricia el sol a través del cristal.

















