“Estoy solo en un garaje con un montón de libros. No hay un solo lugar en los estantes” Peter Orner comienza su libro con esta confesión: en su casa no hay lugar para libros nuevos porque incluso en el garaje los estantes están colmados. Esta no podría ser otra cosa
+ Compañeritos muertos + A los que adolecieron el inconmensurable fracaso de jamás completar un álbum de láminas Yo deseé la muerte de Cristóbal porque le compraban sobres de láminas todos los días, mientras yo dibujaba en mis cuadernos a Gohan y un padre presente Yo deseé
Si usted cree que la escritura es un proceso interno a través del cual se exorcizan todos los demonios, déjeme decirle que está equivocado. Si bien una buena pieza literaria posee honestidad brutal, hoy usted aprenderá a simular cómo escribir desde lo más profundo de su alma. En primer lugar,
En los ojos de Sócrates, abandonarse ciegamente a las palabras significa la posible ruptura de nuestra capacidad de discernimiento. Bajo la lente del filósofo, el nombre se presenta como una flecha escarlata que puede atravesar la membrana transparente de la inmutabilidad, la cual es crucial ya que protege la esencia
Buenos Aires 27 de mayo de 1962 Mi estimado Droguett: Quizá le haya extrañado mi prolongado silencio desde la última carta, pero al finalizar esta, se dará cuenta de cual ha sido la causa. Comienzo por decirle que su libro “Eloy” lo descubrí hace aproximadamente dos años en una vieja
Hacia la mitad del libro, en un arranque de sinceridad, Moullet dice “Este libro tiene el defecto de ser poco divertido”, a esa altura, sin embargo, ya sabemos que está equivocado, que al igual que la mayoría de sus películas y muchos de sus textos críticos, la comedia está siempre
La frente empapada en sudor y las piernas ya temblorosas. El movimiento por el escenario, el canto amargo y los nervios que nunca abandonan, da igual la cantidad de shows que hayas hecho, siempre está ese cosquilleo en el estómago. La energía se estaba acabando y con razón, hora y
Creo que todas lo hemos sentido, el eso que se escabulle dentro la piel, que te arranca el calor y te deja en el olvido: El miedo. El mundo grande y el cuerpo pequeño. No seas niña en la playa, no seas niña del mar. A las niñas
Siempre he creído de una manera casi religiosa que me persigue la muerte. Digo casi, porque quizás mi creencia es una “voz de la conciencia” que sentada sobre mi hombro, pone su boca cerquita a mi oído para decirme con suavidad –mírala, ahí está de nuevo–. Pasando por la Calle
Con este ensayo pretendo determinar una nueva línea de lectura de “El Aleph”, basándome en la escena del cuento en que Borges baja por la escalera para verlo por primera vez. Ciertas alusiones al tiempo, y ciertas palabras remarcadas en cursiva, me llevan a querer desarrollar la siguiente idea. Este










