En estas “otras ciudades”, ciudad y cuerpo se prenden, se unen, se buscan tal como estos espacios urbanos son inseparables de ciertas imágenes que se otorgan a estos poemas, tal como visiones y también como cuerpos que van surgiendo con la lectura. El mismo título y la imagen de portada
Llenar la boca del cuchillo sujeto de vidrio impide amanecer dice buen día calla por dentro cierra las rosas que no muestren primaveras con cortinas envuelve la herida no sangro para despertar a mi madre sino que siga la huella casi blanca ella concentra el sueño desterrado dibuja lo
Una vida puede ser este inexplicable esfuerzo por reconstruir un drama que hizo mutis por el foro, esperando que el futuro se encargue de transformarlo, en una puesta en escena donde se instalen sin problema los misterios que expliquen la fragilidad del mundo. Sandro Romero Rey Es usual la idea
(…) se apretaba contra mí con el corazón palpitante y miraba con los ojos fijos al fantasma que asolaba la noche (G. Bataille. Historia del ojo) “El escenario de los sueños es otro que el de la vida de representaciones de la vigilia”, apunta Sigmund Freud en La interpretación
UN HIMNO (No estoy solo en tu muerte) No puedo dudar: el verdadero silencio está en la distancia, en la ciudad donde no camina el espectro. Un rostro que canta y ruge sin el resto del cuerpo ante sí. Un cuerpo que imita los resabios de luz, al cauce
Organizan jornadas de firma y se quedan como estacas al lado de una mesa chiquita con sus libros apilados, un acrílico recién ploteado dice sus nombres o sus referencias de redes sociales. No hay gente pero sí mucha pompa, se sacan más fotos que las palabras que intercambian. Para ellos
Los separaron menos de dos años: Manuel Mujica Lainez nació el 11 de septiembre de 1910, Patrick White el 28 de mayo de 1912. Hijos de la oligarquía, recibieron la formación europea obligatoria para los de su clase: Manucho tuvo tutores en París y Londres, mientras Paddy fue a un
Jugaban como ratones. Llevaron todos los tatamis viejos que lograron encontrar al cobertizo de la casa abandonada y los colocaron uno por uno sobre las vigas hasta cubrir toda la superficie bajo el tejado. De este modo consiguieron armar algo así como un ático de entretecho. Era un lugar
“Cuando se estudian esas transformaciones hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en una palabra las formas ideológicas en que los
Cruzo la Plaza de Armas de Santiago a paso lento, contemplativo, me muevo entre variedades de turistas y retratistas lánguidos, entre un catálogo de gentes que van y vienen ajenas a la oferta y la demanda prostibular bolivariana, o a los atarantados funcionarios camino a alguna parte. Un barrido en