doce como perros nuevos caminando por las calles sucias ladrando sinsentidos infantiles revoloteando como pájaros heridos aleteando en el paradero matando la espera con risas hasta que la espigada figura se acerca y nos enrostra el brillo apagado del metal pobre el filo de la muerte la paralización de
Una noche, en una de mis tantas paradas por los pueblos de Chile, escuché en una cantina de Lolol la siguiente introducción: “Habían una vez, los ocho retoños de don Severino Roldán. Retoños que luego de encontrarse una noche, después de clases de cueca, con una gitana hija del diablo,
No recuerdo quién lo dijo, o donde leí el paper (quizás en mi smartphone), pero aquel ensayo filosófico afirmaba lo siguiente: “lo que vemos en la pantalla de nuestro celular, es nuestro espejo”. Escribo esto mientras Youtube reproduce la música de Молчат Дома, y su disco Этажи. Vamos saltando de
Palabras del demonio de Maxwell, silencios de Landauer Sobre la posibilidad de un lenguaje de silencio prescindente de intenciones o voluntad humana -origen de todos los males montón de mierda en wen chileno ——-> (buena los cabros!) unos silencios rojos de esos que (uuuuf) con unos silencios celestes para
En una casa cualquiera, Gonzalo vive con sus dos hijos. Tiene más de cuarenta. Isidora tiene nueve y Alejandro doce. Gonzalo duerme en el piso de arriba, mientras que los niños comparten una habitación que se encuentra justo debajo de su cama. Cada uno se dedica a lo que la
Conversaciones abiertas Conversando en el carrete Las palabras constituyen El camino por el cual Se liberan nuestras bestias Alegres y chistosas Intrépidas o soberbias Tímidas o descaradas El filtro no controla Todo lo que dicen -El filtro no es capaz- De resistir a la influencia Ejercida por los
Si transitas comúnmente por el centro de la ciudad (e incluso algunos suburbios y barrios típicos), es probable que al menos en una ocasión hayas constatado la presencia de una cámara de video -y un equipo de producción- alterando el curso normal de los y las transeúntes. Incluso si es
Nanai I Todas las nanas se van al cielo. La carita de Dios en la cordillera aúlla sus nombres de nana y ellas preparan el viaje hacia lo alto son todas madres de Cristo y santas atraviesan los valles alucinando una familia o hilvanándose el abismo al delantal.
Había quedado cesante por cuarta o quinta vez. Vagaba por Ahumada repartiendo curriculum, —que nombre tan alto para logros tan miserables— había tenido trabajos sencillos; conserje, administrativo contable, ayudante de sastre, telefonista, jardinero. Fumaba un Belmont rojo, de filtro corto, el país seguía atento a los partidos del Chino Ríos.
Febrero es el mes más cruel Cinco señoras se reúnen de manera periódica en la pileta de una de ellas. Se ubican en círculo donde hacen pie, donde no corre riesgo su respiración, hilvanan temas varios, mientras las manchas brotan de un día para el otro en sus pieles