Por Soledad Fariña A propósito de: José Kozer, Enrique Winter Variaciones de un día Provincianos Editores 2022 102 pp. Puedes comprarlo acá: https://www.provincianoseditores.com/product-page/variaciones-de-un-d%C3%ADa
Es común escuchar frases como: “el salvaje no existe más dentro de nosotros”, “nos encontramos en el fatigoso final de la civilización”, “todo ha sido dicho ya”, “es demasiado tarde para ser ambicioso”. Pero estos “filósofos”, presumiblemente, han olvidado el cine. Jamás han visto a los “salvajes” del siglo XX
Me puse a escribir para que la piel se aliviane. Desaparecer en la textura de la luz, el agua minúscula fisura del tiempo poema. Movimiento de las manos las teclas, los ojos dulzura de un vaivén que ni siquiera dos mil ochocientas lecturas de lo que permanezca escrito lograrán
Josep ya estaba harto de estar desempleado, de los currículums sin respuesta, de las entrevistas que no terminaban en nada. Era un muchachito de cara prometedora, de unos veintitantos, pero de sangre añeja y un mirar de reojo que a cualquiera incomodaba. Josep esperaba en el cuarto entre cuatro paredes
Decidido a esquivar el trabajo, Julio pidió que se le pague por adelantado e infló el precio hasta el límite del abuso. No sabía nada sobre el arte de la meditación, pero publicitar algo así desde la avioneta le parecía una boludez. Tal vez por la costumbre de volar siempre
Día 1 El primer auto en la mañana la cama caliente después del desvelo un amanecer fraccionado en recuerdos la taza de té tibia a la espera del último sorbo. El sueño de día para no tener que vivirlo. Vivir un día sin un continuo un día perdido.
La noche es siempre sáfica María Moreno Desinstalo las aplicaciones del celular que me puedan distraer. Releo mi bloc de notas, edito algunas cosas y borro otras tantas. Elimino todas las fotos del celular, incluso las de la gata. Reviso los mensajes uno a uno, conservo para mi recuerdo
I “Al que madruga, Zeus lo ayuda”, parece que dijo Hesíodo. Bajando a Zeus de un hondazo, Marx puso el asunto de la dignidad sobre la mesa. Al son de un valsecito, Sarmiento apuntó contra los gauchos por holgazanes. La biblia junto al calefón. A nadie asombraría leer sobre
“Así es como tiene que ser”, le dan a entender. Tiene que ser rechazada de los espacios y no puede desplazarse con libertad por una ciudad que también le pertenece. “Ser repudiada está en nuestra naturaleza”, así dicen, pero decide que no lo quiere. Las patas agrietadas y las garras
Las plantas trepadoras se encaraman a un elemento (vivo o muerto) y parasitan ahí. Pero su objetivo no es alimentarse de ese hospedador, sino lograr altura para acceder a la luz del sol. Los poemas de Cieno (Traza Editora, 2021), de Cristina Bravo Montecinos, recurren a esta imagen dos veces: