I El intento de retratar a un cuchillo nos lleva a la pregunta -replicable a cualquier otro objeto- sobre su identidad. En este cuestionamiento confiamos que la diferenciación de las cosas radica en su constitución más que en una mera asignación arbitraria de su nombre. La respuesta sobre lo que
Levantamos la cabeza para descubrirnos de pronto en un mar de papeles. Ante el miedo inmediato a morir, los mecanismos de supervivencia se activan: el corazón palpita más rápido; la sangre corre a los músculos para darles fuerza; aumenta el ritmo de la respiración. Damos brazadas y manotazos para llegar
A una amiga le pregunté qué soñó la noche anterior. Muchas veces acudo a ese comodín por defecto, cuando ya no sé qué decir. Ayuda a conducir las conversaciones hacia lugares divertidos o menos predecibles. El sueño —el cual la hizo despertarse llorando, me anticipó— fue tornándose cada vez más
Por lo menos alguna intriga debieron sospechar quienes leyeron, en el suplemento dominical de Le Monde, aquel del 6 de abril de 1980, una curiosa entrevista titulada “El filósofo enmascarado”, donde cierta voz proponía la realización de un no menos curioso experimento llamado “el año sin nombre”: “Durante un año
Desprender: emprender un vuelo huida aleteo migración nido canto picoteo carroña desplazamiento una bandada los afectos. Escribo, atrapo el vuelo de un recuerdo. No quiero olvidar mientras olvido. Escribo porque el encuentro con un pájaro y su canto no se ataja con la mano, no se ataja con palabras que
Uno. Noche y caballos Una de las sensaciones inquietantes del insomnio es la agudización de algunos sentidos. Por la noche, cuando la máquina detiene momentáneamente su curso, los que velan los sueños del mundo quedan a merced de los sonidos más insignificantes: las llantas de un auto contra el pavimento,
Con diecisiete años, no puedes ser formal. ¡Diecisiete años!, ¡Noche de junio! -Te emborrachas. La savia es un champán que sube a tu cabeza… Divagas; y presientes en los labios un beso que palpita en la boca, como un animalito. Aventura Rimbaud. Escribo esto luego de mi dosis de
Hace muchos años escribo sobre libros ajenos. Con el correr del tiempo he acumulado varias decenas de comentarios, muchas veces oficiando de presentador cuando los textos editados recién empiezan a circular. He sido entonces uno de sus primeros lectores, aparte del editor y los cercanos al autor. Leer un texto
Todos han terminado de traductores. Todos. Yo el primero. Aquella hermosa mañana me veo yendo de Podoli a Praga con un maletín: ¡soy traductor, voy a que me pongan el signo de admiración! En este estado, entre los traductores-profesionales, los que pueden firmar su trabajo con su propio nombre,
Organizan jornadas de firma y se quedan como estacas al lado de una mesa chiquita con sus libros apilados, un acrílico recién ploteado dice sus nombres o sus referencias de redes sociales. No hay gente pero sí mucha pompa, se sacan más fotos que las palabras que intercambian. Para ellos