Un poema sobre el desempleo. Un poemita sobre pasarse la tarde entera escribiendo poemitas sobre el desempleo en vez de, yo qué sé, buscando empleo. Escríbete un poemita sobre el rechazo, ándale; sobre la demora, sobre las mil postulaciones elegantemente desesperadas y los grititos cotidianos al socavón
Escribo esto con resaca. Creo que Iván Rojo se pondría contento de saberlo. Creo que le caería bien saber que me junté a cenar con compañeros del trabajo y que tomamos vino hasta la madrugada. Una especie de sindicalismo fraternal. Una escena que podría estar en uno de sus poemas.
Estoy al fondo de mi actual patio, dentro de esta caseta atestada de herramientas y cachivaches cuya utilidad, por ahora, desconozco. Me encargaron vaciarla para dejarle espacio a otras cosas. Es verano y afuera hay mucho sol, cuyos rayos se cuelan a través de las tablas. Respiro hondo. En el
Si se vuelve en el tiempo, llama la atención que dos de los tres primeros partidos que disputaron Nadal y Djokovic en Grand Slams hayan terminado con retiro del serbio. El primero en Roland Garros (2006); el segundo en Wimbledon el año siguiente. Es muy raro ver hoy a Djokovic
DEMASIADOS GRILLETES Y TAN POCOS MARTILLOS Primero te sacan las cadenas luego te encajan relojes despertadores calendarios teléfonos celulares televisión computadoras libros un jefe dos jefes empleados responsabilidad una mujer un marido una razón un corazón mandamientos o leyes un dios un presidente una cultura una bandera palabras
Primer ejercicio espiritual Anoche soñé que me atravesaba un tiburón blanco en la bahía. Caminamos a la orilla del mar, de la mano con el niño. Él es frágil. Lo que más fresco tengo en la memoria; su mano verde atacada por algas en la costa. Miramos las olas caminando sobre
La planta se deshoja a pesar de recibir agua. Ella me heredó su lugar, pero a nadie su figura en mí. Construí una casa en frente de una acequia en la que cada animal al cruzarla se convierte en polvo: se desploman sobre el caudal y lo vuelven ácido. Digo
Es una de las imágenes más conocidas de Pedro Lemebel. Participó en la Marcha del Orgullo de Nueva York en 1994. Usó una corona de jeringas que rodeaba su cabeza –a la vez un tocado indígena, la aureola de una santa y el atuendo de una vedette de Hollywood– y
“La sociedad moderna se alimenta del peligro: la manufactura y distribución de lo que amenaza al capitalismo es la bencina misma de éste”. (Herbert Marcuse, El hombre unidimensional) “La historia de Chile quisiera ser fenómeno de la naturaleza” (Armando Uribe, “Caballeros” de Chile) ¿La virtud anticipadora de un autor incrementa
Supervivientes Cae la noche en una escena inusual de público regocijo. Una cabeza más alta que la multitud, montado en la nuca de mi padre, puedo ver los jets d’eau que el cuerpo de bomberos bombea a través del lago, efervescentemente eyectados, iluminados. Espectáculos de color rosa hechos gotas