Quiero escribir un libro
en una noche, sentir emoción
pienso que eso puede
hacerme sentir emoción.
Uso la computadora de mi mamá
que no sé si es una netbook
o una tablet con teclado,
a veces digo que sé muchas cosas
pero en realidad no sé nada.
Sé todo sobre la teoría del delito
pero no me sirve de nada
porque trabajo en una empresa.
Si me preguntan si soy
la abogada buena o la mala
claramente soy la mala.
También sé todo sobre los realistas,
cuando rendí
filosofía del derecho
estaba sola en el aula, la profesora
me miraba
mientras yo hablaba
entusiasmada
sobre el paralelismo entre la tesis
de los casos difíciles de Dworkin
y el realismo.
Pero no quiero hablar de eso
no quiero escribir un libro
sobre el realismo,
quiero escribir un libro
sobre el fracaso.
Aprendí a leer de chica, pasé
mi adolescencia en la reserva
ecológica de la costanera,
viajé a la costa y vomité, sí.
Me amaron y me dejaron
y me amaron de vuelta, quedé
embarazada a los 19,
en esa época dejé
de fumar, pero después volví.
Fumo porque me va a matar
el fracaso en cambio no,
no puede matarme
me atraviesa y me deja
sentarme en la reposera
del patio a escribir un libro
en una noche, los fracasos
me atraviesan.
Debo plata, tengo deudas
nadie lo sabe pero tengo deudas
como todos
un gran trabajo y deudas
un gran trabajo en una
gran empresa transnacional
y deudas.
El fracaso me atraviesa
como a todos,
pero yo escribo.
Escribo sobre realismo
en un poema realista,
escribo sobre el fracaso
en una reposera,
soy un bambi en la noche oscura,
uso versos de otros poemas
que son fracasos
y solo salvo una línea:
soy un bambi en la noche oscura.
Invito a una chica al cine y me dice que no.
Soy un bambi en la noche oscura.
Ahora fracaso en el intento
de escribir un libro
en una noche
y escribiré en cambio
un poema sobre el fracaso
en una noche
de varios meses.
***
Mi termo tiene 12 años
lleno de figuritas,
parece
esas ventanas
de cuartos de niños de los noventa
que se llenaban de figuritas y después
cuando vendían la casa
porque Menem y el fracaso,
una señora se sentaba
con una esponja de acero
y detergente a rasquetearlas
con paciencia
para que no queden rastros
de esa familia
que cuando pudo fue a mundo marino
y comió pizza en pizzerías de boulevard
y después ya no pudo
porque todo se fue a la mierda
y vendió la casa por poca plata.
Tampoco quiero que esto sea
un cuaderno sobre la crisis, pero es cierto
que hay cosas que no podemos
sacarnos de la cabeza.
***
Estoy en La Plata,
tengo que volver a Capital
con una amiga y su novio
a la casa en la que vive
con un pibe que es su amigo
y una vez me dijo
que vaya a dormir a su casa
y después me echó. Duermo
en un sillón ¿Es un fracaso
dormir en este sillón?
¿En el living que es un patio
con techo de vidrio
mientras escucho
como cogen dos parejas?
Abro los ojos y son
las 9, dormí poco,
¿a quien se le ocurre
tener un techo de vidrio?
Barro, hago mate, a los gatos
les doy de comer porque
lloran cuando me ven pasar
de la cocina al living.
Quisiera
ser un gato y
que cualquiera
me dé de comer y
después ir a huevear a los techos.
El chico que vive con mi amiga
canta fito paez todo el día
con su novia, los dos
cantan fito paez
todo el día, son un poco
insoportables, su pareja
puede ser un fracaso
como no.
Me pongo los auriculares
no son míos, los encontré
en la mesa, anda
solo el izquierdo.
Pongo fuerte Hot Chip
como cuando tenía dieciocho y venía
a Capital a ver al que me gustaba,
estaba re enamorada
y le escribía cosas.
Yo siempre pensaba
que era viejo porque era pelado,
ahora yo también soy vieja.
Esa relación estaba
destinada al fracaso, como todas
las que tuve, todos
hombres, los elegí sabiendo
que iba a fracasar, era una cosa
personal y profunda.
***
En Santa Fe mucha gente tiene
casaquintas porque en verano
hace mucho calor.
Yo trabajo en enero y
por la ventana de la oficina veo
pasar a la gente
por la calle, sentada
en patas con un abrigo
liviano tomando café,
soy todo lo que odio con el aire a 24°.
A la semana de eso estoy
viajando a Mar del Plata en un micro
lleno de viejos de San Cristobal.
Mi hijo preadolescente
y un montón de viejos y viejas.
Mi hijo preadolescente
tiene problemas de preadolescente
y yo soy una vieja de San Cristobal.
Yo soy una vieja fracasada
y mi hijo es preadolescente.
Vamos a la playa el primer día
y en el agua que queda espejada
cuando la ola vuelve
veo el reflejo de su cuerpo
enérgico corriendo
con una tabla de tergopol que conseguí
en la feria que hay arriba
de la bristol. Hay muchas
parejas con hijos chicos
no pueden estar tranquilos, los nenes
se cagan, se mean,
lloran, comen arena
comen colillas, lloran, se les mete
arena en los ojos,
gritan, comen helado
de 150 pesos, se les chorrea
corren al mar, las madres
se asustan, gritan,
corren al mar,
todos lloran.
A los tres días
un olor horrible inunda
la habitación
de dos estrellas, mi hijo
abre una caja de alfajores para regalar
el olor a pescado podrido
entra, inunda el hotel
de dos estrellas
el olor a podrido inunda
el tenedor libre que ya tenía
un olor horrible,
entra a por la nariz y llega
a los pulmones
a todo el cuerpo,
el olor a podrido inunda
el cuerpo
en la habitación de hotel
de dos estrellas
como el humo del cigarrillo,
pienso, como el humo
del cigarrillo.
En este viaje dejaré de fumar
solo para fracasar
y que el título de todo esto
no tenga sentido.
Por Rosina Lozeco
Foto por Martin Munkacsi