MG: Muchas gracias Pascale, ¡Qué gusto tenerte acá! Pudimos ver tus películas en el BAFICI en Buenos Aires y nos gustaron tanto que quisimos mostrar Vas-tu renoncer. Luego de esa proyección dijiste que había sido un proceso muy largo, entre que tuviste el impulso de hacer algo con los materiales, con el archivo, con las cartas de Manet y Baudelaire. Nos gustaría si puedes contar un poco de ese largo proceso de filmación, de producción, etc.

PB: Es un proyecto que tuve hace mucho tiempo, cerca de 2003, me había encontrado con las caricaturas de la obra de Manet. Entonces tuve la idea entonces de poner a actuar a Pierre León, porque me hacía pensar en Baudelaire y Benjamín Esdraffo, porque tenía algo anacrónico en su apariencia, y había empezado con esa idea que tenía ya. La idea era dar a conocer las caricaturas de Manet, de hacer actuar a esos actores en un contexto contemporáneo, de hacer un tipo de fantasía histórica que desde el comienzo no era una reconstitución. Y a partir de ese momento empecé a documentar, empecé a escribir el guion, y si tomó tanto tiempo fue porque no tenía ninguna producción. Había postulado el proyecto, para tener ayudas, para hacerlo sola, sin productor, en 2007. Y entonces después, en 2012, creo 2013, quise volver al proyecto con productores, teniendo yo ya el guion. Entonces esto era lo que pasaba, los requisitos no eran los de una comisión, fue muy largo porque era al mismo tiempo un proyecto… Yo vengo de la autoproducción, empecé todas mis películas sin productor. A partir de un momento en el 2010 empecé a trabajar con productores, pero en ese caso con una película escrita por mí misma, entonces por eso es que tomó mucho tiempo y el proyecto fue evolucionando. En algún momento había un personaje mujer, en otro momento pensé “voy a hacer una película de fantasmas, va a ser más fácil para la producción” y finalmente encontré productores que financiaron la película, no tuve una subvención, y las cosas se dieron mucho más prosaicamente. La idea era filmar con muy pocos fondos la idea del guion. Hice entonces que fuera más simple, entonces intervino el personaje de Gulcan y al mismo tiempo, más simple, con menos duración. Es un largometraje corto. Al comienzo iba a durar casi dos horas, pero la base del proyecto era llegar a la secuencia de las caricaturas, sin saber que son Manet y Baudelaire hasta recién el final. El hecho de que haya trabajado con actores que yo quería por más de 20 años, se fue, y quedó la idea de fantasía histórica y de artista marginal porque para nadie funcionaba, y se quedó casi hasta el final, entonces cambió, el proyecto cambió, pero no en su naturaleza misma.

LZ: En torno a los personajes ¿cómo trabajas con los actores?, tanto en esta película como en las demás ¿Cómo ves esa interacción o relación o dirección directamente que le das a tus personajes? Por ejemplo, en el caso de Gulcan.

PB: A ver… Gulcan es un tipo de personaje que evolucionó y que encontró su carácter durante el rodaje. Al comienzo era el personaje de un actor, del mundo de las artes, que hablaba muy en francés, y no le interesaba tanto al actor hacer algo que ya sabía hacer, y a mí ya no me interesaba tanto tener un mundo completamente homogéneo donde sólo había artistas. Y además el personaje de Gulcan tal como estaba me permitía volver a la esencia misma de la comunicación entre las personas, porque él mismo no sabía hablar francés, entonces la comunicación ahí pasó de otra manera. Quizás con el corazón, con los sentimientos, con la dificultad del idioma. Se podía decir que los tres personajes principales, Gulcan, Charles, y Edouard, son gente que yo conozco muy bien, y son roles escritos para estos actores en específico, que no son actores profesionales. Entonces es una manera de encontrar en ellos algo que me gusta en la vida y en el caso de Gulcan, hacerle actuar, algo que fuera un desafío para él, y que me pareció enriquecería esa historia, entre Charles y Edouard, que es una historia franco francesa, que es la historia del arte, incluyendo un personaje exógeno, del extranjero, que no habla francés, pero que entiende lo que está en juego entre los dos, que es un desafío de amistad. Personas que son tan amigos que ya no logran decir las cosas. Entonces la idea era realmente mezclar cosas de la historia del arte, de la crisis existencial, de amigos artistas hoy en día, y Gulcan me parecía un mediador bastante bello en esa idea, el que menos se espera que pueda resolver un problema entre dos amigos como lo pueden ser Baudelaire y Manet.

MG: Hay algo que me interesa de tus películas y es cómo con un sistema o reparto más o menos estable, por ejemplo, de los tres actores que están acá pero que se repiten en las otras películas, también pasas del largo al corto, y moviéndote siempre en esos márgenes, la pregunta es entonces, ¿Qué viene ahora? ¿En qué estás trabajando?

PB: A ver… continúo con los retratos documentales, creo que todos mis documentales son retratos y creo que voy a hacerlo, todavía no lo sé, estoy intentando hacer el retrato de la persona que sirvió de modelo para Gulcan. Y del lado de la ficción, estoy trabajando con dos producciones diferentes. Por un lado, los que produjeron Vas-tu renoncer? Y otros que estuvieron en la postproducción de Porte Sans Clef, y creo que cada una de estas producciones quiere justamente que deje una manera muy marginal de trabajar que yo tenía, siempre con estos mismos actores, pero sin confrontarme a algo, a algo nuevo, a otros medios, y sobre todo, esperan también obtener subvenciones con esos nuevos proyectos, entonces los dos nuevos proyectos de ficción están en el comienzo de la escritura. Y acepté jugar su juego, de pasar por procesos de escritura largos, entonces después de decir, no sé, la escritura tardó 20 años, hoy quizás tome menos tiempo, pero a partir de hoy son escrituras acompañadas. Hay un proyecto que ya tiene una guionista y el otro si conseguimos fondos también va a tener una. Eso es todo, estoy intentando pasar a otra cosa, no sé si es una buena idea. Vas-tu renoncer?, es mi primera película donde había algo de fondos para poder tener un equipo de luz, por ejemplo, y es muy importante tener un trabajo con la imagen, las luces. Igual Vas-tu renoncer? fue filmada en 15 días, 15 días de filmación es muy poquito. Y entonces la idea es enfrentarme a algo más confortable. Me da un poquito de miedo, porque cuando no estamos en el confort, siempre hay algo que es más urgente, y algo más arreglado, pero nos da nuevas ideas. Por ejemplo, en Vas-tu renoncer? si hubiese tenido fondos, hubiesen sido solo gatos verdaderos, gatos vivos, pero ahí no teníamos fondos, entonces hubo una declinación a diferentes tipos de gatos, incluyendo un gato… bueno ustedes vieron la película ¿No? ese es el tipo de idea que no hubiese tenido si hubiese tenido fondos, siempre hay que medir antes. No espero según lo que hago y lo que sé hacer. Sé que no es para el gran público, sobre todo en ficción. Creo que mis documentales son más para un gran público que mis ficciones. Entonces sé muy bien que no voy a tener millones de euros de un día para otro, y los productores también lo tienen claro.

LZ: En ese sentido, las condiciones para filmar tanto documental como ficción varían mucho en términos de tiempo y presupuesto, pero pensando en los procedimientos que utilizas para filmar ¿se diferencian mucho una de otra?

PB: Estoy acostumbrada a trabajar como siempre trabajé, es decir, de manera muy familiar, seria y con amigos, con gente que conozco, uno se acostumbra a eso, ahora lo que espero es que si las películas, sobre un guion, pueden obtener los fondos, lo que espero es saber renovarme, y renovar ese conocimiento también, y enfrentarme a algo diferente, manteniendo en mi cabeza lo mismo que una que tenga fondos o no, hacer una película es decoración, personaje e historia, uno tenga fondos o no, como recortamos, la base va a ser muy similar, es solo que hacer películas con dinero no es algo que yo sepa hacer. No podemos decir que Vas-tu renoncer? fue hecha con mucho presupuesto. No habían muchos fondos en realidad detrás. Pero los desafíos siguen siendo los mismos que si uno contara con ellos, ¿no? La idea es hacer una película que se sostenga. Va a ser nuevo para mí si en algún momento logro que mis productores obtengan fondos para hacer esas películas.

LZ: Para ir cerrando, quisiéramos saber un poquito más sobre la decisión de los gatos falsos, o la peluca de Gulcan que se nota que es una peluca, y que creemos es independiente de la falta de fondos, hay una decisión por construir un relato, que pasa mucho por los diálogos también y que tiende muchísimo a lo cómico, a veces de manera absurda, pero que igualmente funciona. ¿Nos podrías contar cómo se va organizando esto en la medida que se va produciendo la película?

PB: Es cierto que por un lado me gusta que parezca que sea hecho a mano. Pero eso voy a intentar hacerlo menos, porque quizás ahora pueda hacer películas para el gran público, y por otro lado, creo que no me gustan las películas, o por lo menos soy incapaz de hacer películas naturalistas, y eso también tiene que ver con gustos, pero también, un poco de incapacidad de expresar las emociones de manera más directa. La peluca de Gulcan se ve que es una peluca, entonces nos pone a cierta distancia, y me gusta esa distancia, pero quizás tengo que también aprender a amarla un poco menos porque puede crear un rechazo, una distancia evidentemente, entonces uno pierde algunos espectadores. El humor está conectado con la distancia emocional y a veces perdemos gente en el camino. Sí, es parte de las cosas que tengo que investigar y hacer pruebas. Quise hacer más inmediato el cómo compartir esas emociones. Y en relación a los gatos, obviamente es un elemento cómico y para mí tenía un sentido en relación a todo lo que Baudelaire pudo desarrollar sobre la mediación de las emociones, Baudelaire por ejemplo, era alguien que usaba guantes, no daba la mano, para él era de una vulgaridad absoluta tocar la piel de un desconocido. En Francia se da la mano, no abrazan, no sé si es el caso en Chile, y luego desarrolló todas estas cosas sobre el maquillaje de la mujer. Una mujer no puede ser seductora si no porta toda la artificialidad sobre ella, entonces esa relación que es artificializada, hasta mórbido, que está muerto, él veía la vida en esa muerte. Entonces para mí eso permitió el poder desarrollar el personaje, quizás un poquito encriptado, pero para mí tenía sentido que finalmente esos gatos no sean todos gatos vivos. Hay algunos gatos vivos y hay otros que… quizás me perdí un poco en la respuesta, pero mi meta es seguir desarrollando un tipo de comedia, pero esa comedia es un poco de todo. Las cosas de las que se habla no son exactamente alegres, pero la idea es hacer reír, no reírse a carcajadas, obviamente, pero ustedes entendieron.

Vas-tu renoncer? es la segunda película del programa Formatos Híbridos, programado por Luciana Zurita y Miguel Ángel Gutiérrez.

El resto de la programación puede consultarse aquí: https://cchv.cl/programacion-ciclo-cine-formatos-hibridos/