Empresa inútil es que, afanosamente, limpien las superficies tiznadas de La Moneda. No podrán enjuagar los rastros de hollín y de pólvora dejados hace cuatro décadas al son de ametralladoras y tanques. Porque de esos rastros de pólvora se fundó esta hacienda que llaman patria. De las columnas espesas de