Cine

Cine

El diario fílmico como praxis autorreflexiva – Por George Sommerville

Aunque no se conciban como elementos estructurales del cine, los diarios suelen preceder o acompañar la producción de una película, convirtiéndose a veces en su fuente secreta o, incluso, en el modelo formal del film. Raúl Ruiz dijo alguna vez que sus películas eran notas al pie de página de

Cine

Lynch como dispositivo de goce – Por Felipe Díaz Gómez

Disponerse a leer a David Lynch constituye, para quien lo aborda desde el psicoanálisis y la estética, un fenómeno que no se agota en la apreciación de su sofisticada firma autoral ni la valoración por el enigma narrativo que traza: su obra instala una práctica que protege un resto ominoso,

Cine

Sobre “Los espectadores del pasado. Cómo el cine piensa la historia”, de Pablo Aravena y Gilda Bevilacqua – Por Jonnathan Opazo

Podríamos formularlo como sigue: si ya no podemos renunciar a las pantallas, lo mejor sería ir buscando la manera de asediarlas. Pensar qué hacen con nosotros las imágenes en movimiento que llenan nuestra vida ya no solo en forma de cine y televisión como hace un par de años, sino

CineLiteratura

Es la película de una persona que escribe – Sobre Clara se pierde en el bosque de Camila Fabbri – Por Manuel Gallardo

La entrevista empieza cuando le preguntan si puede establecer una continuidad entre su obra literaria y su ópera prima, Camila dice:  —Bueno, hay un niño que se pierde en el bosque, después aparece. Digamos, es solo un momento.  Como si lo extraño fuera la vuelta de los niños. Como si

Cine

Estéticas de lo oculto: Lecturas sobre la brujería en la historia del cine – Por Francisca Salas Vicencio

Para Carol J. Clover, el cine de horror alberga connotaciones de género fácilmente evidenciables: el monstruo suele estar codificado como masculino, mientras que la víctima generalmente se codifica como femenina. Dario Argento lo dice muy directamente: “Me gustan las mujeres, especialmente las que son bellas. Tienen buen rostro y figura,

CineFotografía

Errancia – Por Raymond Depardon

¿Acaso algo ha cambiado con la errancia? ¿La errancia me ha cambiado? Respondo: “Sí”. En primer lugar conocí una ilimita­da felicidad, quizá mayor que en ningún otro momento, posiblemente mayor que nunca, más que en otros viajes, tal vez. aún mayor que en África, que recorrí desde el cabo hasta

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