Este año soñé, por primera vez, con Diego. Un amigo que murió hace un poco más de dos años. En el sueño, unos amigos iban a buscarme para decirme que él se había perdido, que estaban desesperados buscándolo. Comenzábamos a buscarlo, a pie, por zonas que tenían cada vez menos
El verano, esa larga angustia. A partir de Aftersun, de Charlotte Wells Hace un par de semanas me hice una nueva amiga. Resultó ser una persona generosa que leyó mis poemas con entusiasmo. En ese intercambio de ideas que sucede después de una lectura, me preguntó si recordaba el día
Cuando tenía dieciséis años, un amigo, Diego Soto, me mandó un cuento que acababa de escribir. Estaba narrado en primera persona, iba sobre un hombre sentado en un muelle que está teniendo una caldeada reflexión cuando, de pronto, epifánicamente, se le aparece el nombre de la mujer a la que
1. Nací y me crié en Rancagua, una ciudad minera. La mayoría de la gente vieja de ahí trabajó o tuvo algún vínculo directo con la mina. Mis abuelos paternos, por ejemplo, son de Caletones. Un campamento que quedaba hacia la cordillera. En ese entonces, cuando ellos nacieron y mientras