En el cine como audiencia solemos asumir que todo lo que vemos en pantalla es la verdad dentro de la ficción. Y si no lo es, las imágenes son codificadas de forma que entendamos que se trata de algo que no sucedió –llámese una ensoñación, un falso recuerdo, una fantasía–.
Nunca falta un roto para un descosido. O al menos eso se suele decir, haciendo referencia a que la persona desdichada o en una situación de marginación o rechazo, puede hallar consuelo en alguien que se encuentra bajo circunstancias similares. Habrá personas que crean que hay casos sencillamente irreparables y
Hay un límite respecto a qué tanto se puede decir sobre Memoria. Es una meditación abstracta que parece hablar por sí sola, eludiendo una clara descripción o reseña. Se establece en el terreno de lo inefable y las palabras difícilmente le pueden hacer justicia. Y, sin embargo, por naturaleza, siempre
“Se supone que es una comedia. No me reí una sola vez.” se queja Lauri con su mujer instantes después de salir del cine en Nubes a la deriva (1996). En las películas de Aki Kaurismäki la comedia está oculta detrás del antagonista. Un antagonista que, además, no existe. O
El 2020 fue un año que probablemente pase a la historia como infame. La pandemia que azotó al mundo entero provocó que se vivieran tiempo extraños y oscuros, que hace mucho no se veían. Y, quizás, es inevitable que eventos de esta escala no afecten de forma directa o indirecta