Abidova – Taskent.
En Taskent cualquiera puede ir al teatro por la noche y llorar a mares con Majnún y Leyla, la popular heroína de la tragedia árabe que enloqueció de amor, la versión oriental de Romeo y Julieta según Byron, y también se puede disfrutar un montaje de Hamlet en uzbeko ⸺Fannina Halle.
Abdulhamid oʻgʻli Yunusov repartía folletos con la traducción de Hamlet, pero no la presentó hasta 1934. La idea era simple ⸺o quizás no tanto.
En Hamlet está el florecimiento del teatro nacional uzbeko, y de cualquier teatro popular.
En ninguna edición soviética aparece el nombre de Yunusov como traductor.
Cerca del teatro, en la ciudad vieja, vivía la poeta Manzura Oydin ⸺Eres muy gracioso Sher Alí, mis duraznos son más dulces que el azúcar, los traje para todos ellos. Salam, Sherif-ata, salam, dame las frutas para repartirlas.
¿Por qué tengo todavía el alma entre tijeras? Me tiemblan los huesos incluso en tu agonía ⸺ Oydin Khodjieva, un alcance de nombre.
Džahon Abidova nació en 1900 en Nanai, un qishlaq del distrito de Taskent, hija de un dehqan empobrecido. Antes de cumplir doce años la vendieron a un usurero en el distrito de Baita Kurban, a poco menos de quince kilómetros de Taskent.
Veinte rublos.
Por cinco años sirvió de esclava y sirvienta. A los diecisiete años fue internada por agotamiento pélvico y descomposición. Estuvo varios meses en una clínica de Baita Kurban sin poder levantarse.
Cuando logró mover las piernas huyó directo a Taskent porque la enfermera tártara le había dicho un día que en la ciudad se estaba organizando una revuelta contra el zar. Todos los días se decretaban leyes que perdonaban las deudas y abolían la servidumbre.
Жаҳон Обидова. Джахон Абидова.
Hasta ese día, nunca había oído hablar de un tal zar Nicolás.
Džahon Abidova es el ejemplo más destacado de la emancipación de las mujeres musulmanas ⸺Bibi Palvanova.
Entre las primeras en quitarse el velo estaban Džahon Abidova y Tojixon Shodiyeva, las principales activistas de la emancipación de la mujer en Uzbekistán ⸺Zoâ Astapovič.
Según un documento oficial sobre la situación de la mujer en la Unión Soviética, había 101 mujeres en el Comité Ejecutivo Central de la URSS.
En Uzbekistán, donde en la época zarista las mujeres eran esclavas indefensas, el puesto de vicepresidenta del Comité Ejecutivo Central lo ocupa una mujer uzbeka, Džahon Abidova ⸺Georgi Serebrennikov.
En todas las repúblicas soviéticas de Asia Central, dentro del marco de la korenización uzbeka, se introdujeron cuotas mínimas fijas para las mujeres nativas dentro de las estructuras estatales.
Džahon Abidova fue nombrada secretaria adjunta del Comité Ejecutivo Central uzbeko en 1929 ⸺Grigol Ubiria.
El país de los soviets ya conoce a las heroínas simbólicas de las mujeres nacionales en el frente laboral.
Rabia’ Bekirova, una tártara pobre, se convirtió en trabajadora del partido regional en Crimea.
Khozhar Zagidullina Inikibayeva, baskir, es la mejor de los agricultores colectivos y vicepresidenta de la granja colectiva Baskirstán, en la región de Sterlitamak
Džahon Abidova, uzbeka, es vicepresidenta del Comité Ejecutivo Central de Uzbekistán, y fue electa presidenta del ayuntamiento de Taskent en 1934.
Por el trabajo desinteresado en la educación comunista de las masas de mujeres y por la participación activa en la construcción de granjas colectivas, el gobierno de la URSS premió a estas excelentes trabajadoras de vanguardia en el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo de 1933 con la Orden de la Bandera Roja de los Trabajadores ⸺Elena Stasova, Carta Confidencial al Comité Central del PCUS.
Ajmátova llegó después.
Hoy la acompañé por las orillas del Kama. La llevé a través del mismo prado pantanoso por el que había ayudado a Marina hace dos meses.
Es curioso, le dije, el mismo río y el mismo prado. Hace dos meses, acompañé a Marina Ivanovna por este mismo lugar. Y hablamos de ti. Y ahora ella ya no está, y estoy hablando de ella contigo, en este mismo lugar.
Ajmátova no respondió, solo me miró fijamente. No le conté nuestra conversación. Le había expresado a Tsvetáyeva mi alegría porque Ajmátova no estuviera aquí, en Chístopol, en este pueblo semitártaro, sumido en el barro, aislado del mundo.
Aquí habría muerto sin duda…
esta vida la mataría…
ella no sabe hacer nada…
¿Y crees que yo sí sé? Me interrumpió Tsvetáyeva ⸺Lydia Chukovskaya
A los autores de la colectivización y la electrificación les pareció que todo era posible, incluso la emancipación forzada de la mujer medieval. La continuación del hujum fue la creación de los mitos de la propaganda.
La ideología soviética, ordenada desde arriba, creó imágenes idealizadas de activistas y heroínas emancipadas como Mamlakat Naxangova, Džahon Abidova, Hadişa Süleymanova, Bashorat Mirboboyeva, Tursunoy Oxunova, Yodgor Nasriddinova y Ra’no Abdullaeva ⸺Abdulaziz Maxmudov.
al-Ḥujūm, el asalto.
Maxmudov, miembro del Consejo Nacional uzbeko, el Milli Mejlis, fue sentenciado en 1993 a prisión bajo el cargo de conspiración por el artículo 62 del código penal de la República de Uzbekistán.
Fayzulla Xoʻjayev, presidente de la RSS de Uzbekistán, mencionó bajo tortura en 1938 el nombre de Abidova durante la tercera purga de Moscú, el tercer juicio contra el trotskismo de derecha.
También condenaron a Yunusov.
La denuncia anónima decía que Xoʻjayev había lavado un cuerpo según el rito fúnebre musulmán.
En 1966 el Toshkent Sovet Uzbekistoni publicó un obituario falso de Džahon Abidova. Sobrevivió a la purga, trabajó en una oficina regional del Departamento de Agricultura, y dirigió una fábrica rural.
En la lista de las Víctimas del Terror Político en la URSS, que registra notas biográficas de dos millones y medio de detenidos ejecutados por la NKVD, hay seis apellidos Abidova.
Ninguna Džahon.
Tampoco en las listas de trescientos cincuenta ejecutados durante los años veinte y treinta rehabilitados por la Corte Suprema de Uzbekistán en 2001 y 2002.
Los únicos documentos oficiales que permiten establecer un lugar de ejecución son las instrucciones de entierro o cremación. Estaban dirigidos al director, y exigían que se aceptara un cierto número de cuerpos para inhumación inmediata.
En el reverso del oficio hay un registro sobre el cumplimiento del requisito.
Algunos cuerpos fueron quemados, otros enterrados en un pozo, aunque a veces los enterraban a todos.
La razón que determinaba la decisión estaba relacionada exclusivamente con la capacidad de los hornos crematorios.
Se puede afirmar con certeza que, tanto las cenizas después de la cremación como los cuerpos que no fueron cremados, están enterrados en las inmediaciones del campo de fusilamiento de Kommunarka, en Novomoskovski ⸺Arsenij Roginskij.
Eran sus ojos, los veía una y otra vez, cada vez que la encontraba. Todo lo demás, por atractivo que fuera, era eclipsado por sus ojos.
Esos ojos ardientes y resplandecientes reflejaban todas las penurias y la desesperación de los siglos, la revuelta, la rebelión, la lucha y la disposición a morir de una mujer oriental.
Esos ojos no se encuentran en ningún lado.
Durante mis días en Taskent traté de mirar todo lo que pude y estudiarla en todos los sentidos.
Vestía siempre de negro, sencilla, con un chal de Oremburgo oscuro sobre los hombros, sus ojos encendidos y brillantes siempre enmarcados por su pelo negro, corto, liso, indomable ⸺Fannina Halle.
Por Angelo Narváez
Fotografía:
Aleksandr Rodchenko y Varvara Stepanova
10 años del Uzbekistán soviético, 1934
retrato de Džahon Abidova tachado por Rodchenko con tinta china en 1938
“Vicepresidenta de la RSS de Uzbekistán”