Thelma Lucille Sayles, mejor conocida como Lucille Clifton, fue una profesora y poeta afroamericana estadounidense nacida en Nueva York en 1936. Con una prolífica carrera como escritora y figura pública, Clifton formó parte importante en el activismo feminista de Estados Unidos.

En Entrenar la lengua (Elefante, 2020) emerge una escritura en donde las palabras se construyen del mismo modo que el cuerpo femenino. Con una marcada tendencia feminista que se presenta en los cuestionamientos que se plantean en cada poema y en cada verso, Lucille confronta el discurso hegemónico con su perspectiva de mujer negra en contexto de un Estados Unidos racista. Existe un lenguaje propio imposible de traducir en palabras, una lengua específica para ella, que dista de las posibilidades de ser mujer desde los límites de la convención.

En este libro, que desde el título propone un enfrentamiento con el código tradicional del discurso, Clifton exalta la necesidad de desenredar los pensamientos y sensaciones de una subjetividad invisibilizada. Ser mujer y defender su lengua para expresar un grito de lucha que surge desde lo más hondo, un lenguaje instintivo que le permita representarse. A lo largo de los 47 poemas que contiene este libro, se desarrollan temáticas en que el género femenino se inscribe en una lengua que está en proceso de articularse, como una exploración por las palabras que abarquen un cuerpo que ha sido marginalizado y sometido. En dos versos de su poema “preguntas y respuestas” propone un cuestionamiento crucial: “¿cómo será erguirse / tan firme, tan segura?”. La problemática sobre el lugar de la mujer en la sociedad y en la lengua confirma la noción de la necesidad de tener las herramientas de poder decirse a pesar de las diferencias, o incluso, por la diferencia misma:

“esto no es sólo cosa de color. es

cosa de aprender a vernos a nosotras mismas

es cosa de geografía y de memoria.

es cosa de ser pobres

en Estados Unidos. Es cosa de mi papá

y del tuyo y es cosa tuya y mía y

del río que hay entre nosotras”

Desde esta concepción de escribir por la diferencia se releva un lenguaje que sea apto para hablar de las mujeres por las mujeres y para las mujeres. Dejar de ser un instrumento diferenciador, e inferior, del hombre, entenderse desde el género femenino y alzar un discurso anclado a las mujeres desde sus experiencias personales y compartidas. Construir un mundo de posibilidades que transgredan los límites y entrenar la lengua, y “con la sangre que te llena de coágulos la lengua / hacé poemas. poemas”. Es decir, signar la subjetividad desde el cuerpo propio y asir el lenguaje como una herramienta de construcción de las particularidades, y así hacer visibles los silencios, llenar los vacíos e inscribir el discurso en la poesía.

 

Por Paulette R. Fernández

 

Entrenar la lengua
Lucille Clifton
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg
Elefante
2020
120 pp.