Fundada en el año 2022, Bosque energético es una editorial argentina dedicada a la publicación de diarios íntimos. Sus editores son Eugenia Pérez Tomas y Andrés Gallina, quienes durante la pandemia decidieron emprender un proyecto que indaga en los archivos personales y sus posibilidades: autorretratos, cuadernos de artistas, bitácoras de viajes o de oficios, novelas con estructura de diario y falsos diarios. 

Le envío algunas preguntas a Eugenia para conocer más sobre su proyecto y escribir una nota a propósito de que desde septiembre de este año podemos encontrar en Chile los libros de su catálogo, pero tras leer sus respuestas pienso que perfectamente puede publicarse íntegra la conversación y así dar paso a los lectores a que conozcan de primera fuente las motivaciones que esta pareja afincada entre las ciudades de Miramar y Buenos Aires tuvieron a la hora de apostar por el género del yo. Pero… ¿Cuál yo? 

¿Este es tu primer proyecto editorial?

Colaboré en Libros Drama, el proyecto de dramaturgia contemporánea de un amigo. Durante algunos años. Ariel venía editando de manera artesanal y me llamó para que me sume y le diera una mano. Probamos diferentes roles. Algunas veces yo leía y pensaba sobre el catálogo, otras trabajaba en la corrección, o hacía distribución y vendía en ferias. En Libros Drama publiqué dos textos de mi autoría y hasta hice los dibujos de alguna que otra portada. Fueron años hermosos y trabajar en ese sello me conectó con la práctica y el deseo de armar mi propio proyecto. Bosque energético nació como idea durante la pandemia, ese tiempo detenido en el que con mi pareja y mi hija bebé tuvimos la buena suerte de pasar en un departamento frente al mar. La editorial es un proyecto mío y de mi novio, Andrés Gallina. En Bosque energético quién hace cada cosa está más definido y armamos un pequeño grupo de trabajo, por ejemplo, desde un principio nos acompañó Natalia Viñes en la comunicación y ahora se sumó Olivia Gallo. El diseño de la editorial lo hizo Macarena Fatne y en las redes está a cargo Facundo Pérez Tomas.

¿Por qué el diario de vida/personal y no otro género que se ampare en el yo y sus figuraciones/desfiguraciones?

Creo que no es una respuesta cerrada. A medida que vamos creciendo, vamos descubriendo más razones o se nos revelan nuevas dimensiones de la importancia que tiene para nosotros dedicarnos únicamente a publicar diarios. Hay algo de llevar diarios y el disfrute de leer otros diarios que se publican que nos llevó a imaginar que hacer algo con esta obsesión era posible. Se publican muchos diarios, pero siempre como parte de una colección, y eso nos permitió observar que había una pregunta latente y un nicho para explorar. ¿Por qué no hay otras editoriales de diarios? La fortaleza de nuestro proyecto está ahí, en llevar al centro de la luz un género que se acostumbra ubicar en el margen. Además, es una escritura dependiente y eso nos encanta. Un diario siempre está sujeto a otra experiencia; el diario es la escritura menor, es lo que se escribe mientras no se puede escribir. Esa minoría, ese resto es lo que nos conmueve.

¿Cómo vinculas el diario personal y lo teatral (el teatro, la actuación, la escritura dramática)?

La conexión que encuentro es personal; mi manera de pensar se organiza mediante la lectura de escenas en el mundo. Luego, y tratando de observar con más detalle esta cercanía (que está unida por mi práctica y mi hacer), encuentro que tanto en la escritura teatral como en la escritura de diario, el presente es el soporte de la escritura. En el diario o en la dramaturgia se pueden camuflar distintas narraciones, ensayos y ficciones. El presente como el dispositivo donde montar la superposición de realidad y ficción que pulsa toda escritura.

¿Qué opinas del auge de la autoficción y de las escrituras centradas en el yo? ¿En qué medida un catálogo de diarios personales se distingue o se suma a esta tendencia?

Hace décadas que suena con fuerza la idea de un auge de la literatura del yo. A mí me gusta inscribirme en la idea que tiene Eduardo Halfon de que toda literatura es literatura del yo. “Quien dice que escribe únicamente ficción miente y quien dice que escribe únicamente la verdad también miente”. La cita no es literal, pero lo que me interesa es la idea de que la literatura, para superar la dimensión de la anécdota, precisa de la ficción, a la vez que se puede inventar un hecho y estar trabajando (inevitablemente) a partir de las imágenes, sensaciones y acopios del acervo íntimo, personal, biográfico. Me refiero a que, más allá de las anécdotas y los pactos de lectura, el acto de escribir es, para mí, el resultado de la receptividad entre imaginación, cuerpo y realidad. Pienso que un catálogo de diarios se suma a la tendencia desde esta diferencia: el sistema de diálogo que arma un diario junto a otro, la constelación.

¿Por qué crees que hoy, 2025, puede ser interesante una mirada desde y hacia la primera persona?

Estamos en un momento donde, a partir de la democratización de internet y los accesos a diversas plataformas, nos topamos (en cualquier momento, en cualquier lugar) con opiniones de los temas de agenda, fotos de vacaciones, de perritos, de zapatillas nike. Es un gran “todo” que se convierte en gran barullo. Carlos Ríos, autor de Diario de los chapuzones, y que escribió su diario en tercera persona (lo que pone en jaque la idea fija o tradicional de la forma en la que se puede escribir un diario, habilitando, a la vez, al diario a conectar con su dimensión lúdica, de prueba formal y búsqueda de una poética), bueno, él dice que las redes sociales, por ejemplo, son pedazos sueltos de información: alguien saca la foto de lo que comió y dice “pollo con papas”, saca otra foto y dice: “el cumple de Agus”, etc. De alguna manera es un carrito para vender y consumir. El diario reelabora la manifestación subjetiva, la dinámica fragmentaria y encuentra diversas y novedosas formas de la narración. Él dice que el diario es un antídoto para el ataque de información que recibimos minuto a minuto. Y le creo.

¿Qué lecturas, películas, obras de teatro, etc., han ido construyendo tu interés por la indagación del archivo personal?

Hay una película que me recomendó Mariano Marcucci, un participante del taller de escritura que doy anual, que hace cine y siempre me pasa sugerencias geniales para ver; en este caso me compartió una del director español Víctor Erice: El sol del membrillo. Este film, que es un diario del proceso creativo del pintor Antonio López, a la vez que es un documental y un poema visual, condensa todos los elementos que me interesan: ese terreno liminal o híbrido, hasta resbaladizo de la forma, y el lugar central que ocupa la observación del proceso creativo. En dramaturgia, sigo mucho el trabajo de Leonor Courtoisie, escritora uruguaya que trabaja de manera curiosa los bordes de ficción y archivo personal. Hace poco vi en una antigua panadería de Buenos Aires la obra de teatro Cuadernos del triunfo de Tomás Masariche, que arma un registro de lo más peculiar entre documento, biografía y ficción. En el terreno de la práctica docente (y pensar la enseñanza —y sus archivos— como práctica artística), sigo y leo mucho a Diana Aisenberg o a Claudia del Río con su Ikebana política, ambas son maestras muy generosas y tienen mucho elaborado sobre el arte de mirar e indagar en la propia experiencia. Todo John Berger.

En el libro de Sabina Urraca me pareció interesante que la mirada de la primera persona no puede dejar de atender a los otros; se estimula y “distrae” con los otros/as, lo que la aparta de una perspectiva autorreferente para dar paso a una más curiosa, inquieta, que actúa en el mundo. ¿Qué piensas de esto? ¿Hay algún libro del catálogo que esté en las antípodas de este estilo? 

Diario de novela es un diario que escribe Sabina Urraca mientras está lidiando con la escritura de su novela (hermosa novela, El celo, que recomiendo enfáticamente). Es el ejemplo más concreto y que ejemplifica la idea de diario como algo subsidiario y dependiente de otra cosa; es lo que la autora tiene para hacer mientras no puede terminar su escritura central. En el diario de Sabina, a la vez aparecen reflexiones super lúcidas sobre la escritura y también ideas intrusivas que cree que no le sirven para nada, pero igual están y a algún lado tienen que ir a parar (ese lugar que todo lo recibe, es el diario). Diario de novela fue editado a la par en España por Comisura y ahora en Chile por Los libros de la mujer rota, en ambos sellos bajo el nombre de Escribir antes

No creo que en nuestro catálogo haya algún ejemplo en las antípodas; no creo que un diario, por más confesional o íntimo que sea, esté despreocupado o desligado de su pertenencia y su comunidad. Diario inconsciente, de Santiago Loza, parte de una experiencia radical y muy personal, como lo puede ser una internación psiquiátrica, pero es un diario que abre e ilumina hacia afuera de esa experiencia. Los diarios exponen los lazos conceptuales, políticos y afectivos de lxs autores. Tal vez, quienes leemos diarios y quienes escribimos diarios, seamos los raros a los que les gusta conocer la rareza ajena.

¿Qué libros de su catálogo podemos encontrar hoy en Chile?

Actualmente, en Chile, nos distribuye Libros del amanecer y se pueden conseguir Diario inconsciente de Santiago Loza, Diario del abandono de Leopoldo Brizuela y Diario de menopausia de Laura Wittner.

Por Nina Avellaneda

Fotografía de Raoul Hausmann