En estos días y en estas noches, los territorios que habitamos dejan de reproducir las reglas del juego. El tiempo nos pertenece e intentamos abrazarlo con toda nuestra fuerza. Aparece un mundo que es otro, que es nuestro y que no cabe en esa normalidad que hoy nos parece mucho
Nos gusta recordar hasta que recordamos lo que no nos gusta. Preferimos anticiparnos, pero si las cosas no van como pensamos mientras nos anticipábamos, creemos que no ha valido la pena. Vaya mierda con la que ha empezado, pero ¿y si no? ¿y si escribo esto precisamente para dar pie