Fue trivial para la medicina antigua atacar la magia y para la primera historia atacar a los magos. En las farmacopeas de Plinio, por ejemplo, toda poción lleva sangre, sesos y vino; en los Anales, donde Tácito narra la muerte de Germánico, describe el abandono de miles de niños en
Cuando estalla una luz que enciende el cielo, y luego suena un desplome, como si rodara el manto de un cerro cerca de pasarnos por encima, entonces pensamos: trueno, rayo, y podemos seguir cocinando. Decimos quizás se corte la luz apenas caen las primeras gotas, y se corta en calma,