DEDICO ESTE LIBRO A KEATS (¿FUISTE TÚ QUIÉN ME DIJO QUE KEATS ERA MÉDICO?) SOBRE LA BASE DE QUE UNA DEDICATORIA DEBE SER DEFECTUOSA PARA QUE UN LIBRO SIGA SIENDO LIBRE Y POR SU CAPITULACIÓN GENERAL ANTE LA BELLEZA, escribió Anne Carson en las páginas que inician La belleza del
¡Qué sabían ellos lo que era escribir a medias pensando todo el tiempo en el tampón que quedó mal puesto y hiere las paredes de la vagina cada vez que uno distraída se apoya en el respaldo de la silla! ¡Cómo podrían siquiera imaginar esa mala jugada del cuerpo una