
I.
Alguna vez has visto la sombra de las sombras
que hacen que haya un suelo bajo el suelo
en donde aparecen esas manchas,
las mismas que se movían por tus ojos
quizá por horas,
las que sólo se mostraban después
de refregarte la mirada cuando niña.
De esas manchas se fabrica en el suelo
la negrura más terrible.
II.
Esas manchas se retorcían, aparecían
como sombras en el techo
pero vivían en la esclera de tus ojos
mientras intentabas dormir.
Ahora no las ves,
las olvidaste el mismo día
en que miraste la sombra de las sombras.
III.
Yo vi la sombra de mi abuela en la sombra de mi madre.
Cuando ella lloraba cada noche por su muerte
aparecía esa sombra
mientras la miraba por la puerta entreabierta.
IV.
Yo no recuerdo esas manchas
aunque mis puños cavaran en mis cuencas
y refregaran la nostalgia de quererme cuando niña.
Tampoco quiero verlas
sería terrible si se acomodan en una sombra
e hicieran aparecer el pozo negro al que temes mirar por accidente.
Por Carla Romero
Pintura de portada: Penélope de Tano Festa.